sábado, 10 de diciembre de 2011

Capitulo 5 La muñeca


 -Pues para ti, a mi me da miedo. Pero prima ten cuidado no se mueva por la noche jeje- Salio del comedor con paso ligero para jugar con en resto de cosas que tenia amontonadas.
La niña de pelo rojo observo la muñeca detenidamente, luego miro a su madre que estaba sentada en una silla.
-Mama, Aran no la quiere, ¿puedo quedármela?- La madre la observo y antes de que ella contestara lo hizo su tía.
-Por supuesto amor, para ti, si tu prima no la quiere peor para ella, en teoría es para la primogénita, pero si se rompe un poco la tradición no pasa nada.- La niña sonrió y Damien sintió como su corazón daba un vuelco, lo sentía de nuevo en su pecho el dolor se hizo punzante, todas las dudas desaparecieron era Gabrielle, nadie lo podía negar.

Melani poso la mano en el brazo de Damien mientras lo miraba con sus ojos violetas.
-¿Que te pasa Damien?-En el rostro de Melani se dibujaba la duda y la sorpresa mientras que Damien seguía en shock- nunca te he visto así.
-Melani, ¿ves a la pequeña niña de cabellos pelirrojos?- señaló a la niña que observaba su nueva muñeca, la estudiaba como si buscase algo en ese juguete, de repente levanto la falda de la muñeca bajo la atenta mirada de su madre, saco los pendientes como si supieran que estaban allí. El corazón de Damien dio otro vuelco, era Gabrielle, solo ella sabía donde estaban los pendientes.
-Por supuesto que la veo, que sucede, hemos visto muchas pelirrojas en esta familia.- Era verdad en cada generación aparecía ese rasgo, pero ninguna era como ella, ninguna había encontrado los pendientes jamás.
-Pero ella tiene los ojos verdes y es la viva imagen de Gabrielle no hay duda su sonrisa me lo ha dicho y ha encontrado los pendientes que Gabrielle escondió para que no descubrieran a su hermana- La cara de Melani se iluminó con una sonrisa radiante.
-¡Ahí que ilusión! Ella, que bien. Seguro que te mueres de ganas de ir y abrazarla. Es tan mona, ¡que pequeña! Tenemos que descubrir su nombre, porque Gabrielle esta desfasado. Le tenemos que buscar un collar o un anillo de obsidiana, ¿porque la transformaras verdad?, pero siendo tan peque... la tendrás que vigilar que no le pase nada, ¡te ayudaré!- Se la veía feliz y hablaba sin pausa, casi sin aire y atropelladamente.
-Tranquila, que tiene seis años máximo, hasta dentro de doce años tenemos tiempo, así que calmate y lo primero que haré sera devolverle su medallón, es de obsidiana así que no hay nada que buscar, sin contar los pendientes que también son de obsidiana.- Lo miro extrañada y con su mirada perspicaz mientras el sacaba el medallón con el mismo grabado que los pendientes que la niña mostraba a su madre.
-Admítelo estas emocionadisimo, es que debe de ser tan bonito verla de nuevo...-rodaban lágrimas por sus mejillas-Me alegro tanto por ti Damien, tu te lo mereces.

Cada noche volvían a ver a la niña y cada vez tenían menos dudas de que era ella, sus gestos su forma de andar su voz y esa dulce expresión, en sus oídos ya reposaban los pendientes, ya que ella los había encontrado eran totalmente suyos.
Melani se emocionaba cada vez que iba haciendo una lista de todo lo que debían conseguir para ella. Por fin una noche descubrieron su nombre, Kasia, entre su familia la llamaban Kasi, pero a Damien le gustaba más su nombre entero, en cambio a Melani le parecía más mono Kasi.

Una de las noches antes de pasarse por el hogar de Kasia fueron a un pequeño riachuelo que en esa época del año corrían unas aguas trasparentes y fieras como si una manada de animales salvajes se trataran. Damien se situó en la orilla, se quito la cadena de plata que rodeaba su cuello donde se encontraba el medallón de Gabrielle, cerro la cadena, la cogió entre el dedo índice y pulgar, situándola sobre el riachuelo.
-¿Qué haces?- Melani parecía horrorizada- Es el medallón de Gabrielle.- Damien la miró como si acabara de percatarse de su presencia.
-Lo lanzaré al riachuelo.- Melani estiro el brazo hacía él, pensó que había perdido la cordura.
-Pero se lo has de devolver, no lo hagas.- Damien sonrió melancólico.
-Se lo estoy devolviendo, volverá a ella, se que es Gabrielle pero esta es la prueba definitiva, volverá con ella.- Soltó la cadena viendo como el agua lo arrastraba, en pocos segundos desapareció de su vista mientras Melani observaba el semblante de su amigo.

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